17.6.10

De nuevo... el maestro.

fte: la voz de galicia

De nuevo... "EL MAESTRO",

Siempre ha sido un poco, mi referente, en cuánto a estilo de surfing... Lineas amplias en el bottom, giros fuertes marcados como si se apoyara sobre raíles..
Y lo que mas recuerdo, en mi primer cinta de surf vhs que compré "the search" (1992)de Ripcurl, aquel y tan comentado giro en el labio de una ola potente, creo que era jeffreys bay, cuando se le escapó el pie de la tabla y volvió a recuperarlo. Ahora, en el 2010, los surfers tratan de hacer lo mismo, intentan emularlo...

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Una leyenda regresa a Pantín

El surfista más influyente de la década de los ochenta, Tom Curren, que visitó el arenal de Valdoviño en el 95 y 97, pidió una invitación para competir de nuevo en el Classic
Uno de los personajes más influyentes en la historia reciente del surf regresará, casi quince años después de su primera participación en el Pantín Classic, al arenal de Valdoviño. El californiano Tom Curren, que dominó este deporte durante la década de los ochenta, ha solicitado a la organización del evento una invitación para competir de nuevo en la prueba. Lo hace para estar junto a su hija, Lee Ann Curren, quien trata de seguir en el circuito profesional femenino los pasos de su padre.

«Curren se puso en contacto con nosotros, a través del Asociación de Surfistas Profesionales (ASP) para pedirnos un wild card (invitación)», explica uno de los responsables de la organización del Pantín Classic, Miguel Galeiras, quien agrega: «Es un gran honor. Evidentemente ya está concedido». «Es como si a Maradona se le diese por jugar al fútbol en Ferrol», destaca el surfista ferrolano Pablo Romero Occy.

Más que logros deportivos

La trascendencia de este surfista norteamericano supera con creces los logros que consiguió a lo largo de su carrera deportiva y ello a pesar de que se proclamó en tres ocasiones campeón del mundo y ostenta, con siete, el mayor número de victorias en un solo año dentro del circuito. La implicación en las causas sociales y políticas de la época y su enfrentamiento con la industria que empezaba a crecer, tanto en Estados Unidos como en Australia, al amparo de las olas convirtieron a Curren en una auténtica leyenda.

De hecho, en 1987, después de ganar dos títulos mundiales consecutivos, se retiró. Estaba cansado de la competición, de ser el centro de atención durante cerca de una década. Se asentó en Francia y empezó a viajar por el mundo buscando nuevos lugares con los que disfrutar de las olas, se refugió en el alma del surf. Su desaparición sembró el mito, que brotaría dos años más tarde, cuando regresó al circuito profesional y se coronó de nuevo como el mejor surfista del planeta, compitiendo en todas las pruebas desde las eliminatorias preliminares.

A Pantín llegó por primera vez en 1995. Ya había abandonado la élite del surf y solo competía en las pruebas que le apetecían. «Se quedaba en una casa rural de Valdoviño y preguntó si podía ir patinando hasta Pantín», recuerda Gonzalo Casal Súper, que trabajaba en la organización de la prueba durante aquella edición. Repitió en 1997, aunque nunca consiguió el triunfo. Se quedó maravillado con las puestas de sol de la comarca y con los paisajes que se dibujan desde la costa. «Me acuerdo de que hablaba español, porque su mujer era nicaragüense», dice Súper.

El estilo como base

«Si tuviese que destacar algo de Curren es su flow (fluidez)», resalta Pablo Romero. Su forma de entrelazar maniobras todavía es visionada en todas las escuelas de surf. Épicas fueron sus mangas contra el australiano Mark Occhilupo. «Sería increíble que se pudiese repetir el duelo en Pantín», resalta el presidente del Océano Surf Club, Jesús Busto. Un privilegio para una prueba que no para de crecer.

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