21.4.09

Roberto Hevia; un amigo

Roberto Hevia Muñiz recogido de sanxuanasturias.blogia.com

ROberto es un gran amigo que estuvo en Valencia viviendo una temporada y tuvimos la oportunidad de conocernos y surfear juntos... enseguida te das cuenta donde hay calidad humana... un abrazo desde aqui

Hoy tengo el gusto de poner una especie de entrevista-charla con Roberto Hevia, uno de los que empezaron a surfear en esta zona de Avilés, empezaron a practicar un deporte que nadie practicaba por aquí, abrieron un camino que mas tarde muchos otros seguimos, es su visión personal de sus años de juventud.

Muchas gracias Roberto por estos relatos.



¿Cuando y porque empezaste a surfear?

Mi primer recuerdo de haber visto hacer surf fue a principios de los setenta en Tapia. Yo estuve un año veraneando con mi familia en ese pueblo de la Asturias occidental y recuerdo que mi hermana mayor andaba con”los chicos de la playa” que eran casi todos surferos. Recuerdo un bar de madera que había en la misma playa y todas las tablas apoyadas en la ladera del monte como si fuera la California de los sesenta. Ese mismo verano se celebró un campeonato de surf en Tapia, y todavía recuerdo a los surferos con sus melenas y sus tablas de colores. Para mi aquello era todo alucinante. Los chicos de la playa eran los ídolos de los niños de mi edad.







Uno o dos veranos después recuerdo de ir con mi gran amigo Radamés Hurlé a San Juan en bicicleta. Íbamos a ver a los surferos que se bañaban en esa playa. El antiguo dique de San Juan se estaba todavía haciendo y durante ese verano rompían unas olas increíbles tanto en marea baja como en alta. Nos pasábamos las tardes allí, de playa, viendo a esos hippies como surcaban las olas. Ese fue el momento donde me dije que yo quería hacer surf.

Mis primeros pinitos con el surf fueron en el verano de 1975. Yo me pasaba el verano en Salinas y con tres amigos (Radamés Hurlé, Javier Guisasola y Luis Braga) compramos una tabla de surf a un tío de Oviedo, Rafael Moutas, que estaba siempre a la última de los nuevos deportes importados del extranjero. Recuerdo que íbamos a la playa y por turnos de 20 minutos, cada uno, intentábamos coger olas. En uno de esos días de playa, conocí y entablé amistad con Juan Gil, pues él se venía a veces con nosotros a intentar hacer eso que llamaban surf.

Pero realmente, para mí, comenzar de verdad a surfear fue en el verano de 1976. Después de haber pasado un mes en Irlanda, haciendo que estudiaba y aprendía inglés, me compre una tabla (no recuerdo como) y todos los días me iba a la playa con la ilusión de surfear todo lo posible. La realidad es que me pasaba minutos y minutos sentado en el tablón y cuando intentaba coger una ola siempre me caía y a nadar hasta la orilla a recogerla pues no tenia invento, … Por supuesto de traje nada, con lo cual era especialista en estar tiritando mientras me decidía a coger alguna ola. Luego durante ese invierno comenzamos a juntarnos Juan Gil, Francisco Sánchez (que era muy amigo mío y siempre subíamos al colegio hablando de surf), Arturo Márquez y yo y empezamos a quedar para ir a la playa juntos.



San Juan Junio de 1978, Roberto Hevia, Juan Gil, Baruyo, Fran Sanchez y Arturo Marquez

Ese invierno Juan Gil había comprado una tabla (SKIPP) y con dos trajes de manga y pernera corta que teníamos, nos buscábamos la vida para poder entrar al agua lo máximo posible. También intentábamos conseguir algún traje de buzo que nos salvaba la vida en muchas ocasiones para superar el frio que pasábamos. Había que vernos cuando salíamos del agua morados del frio que habíamos pasado. Teníamos que abrocharnos los botones de los pantalones los unos a los otros ya que nuestros dedos no nos respondían al estar helados y a veces no podíamos casi hablar pues se nos dormían los labios de la boca (sobre todo el de abajo) por el frío y no podíamos articular palabra. Pero eso sí, éramos los más felices del mundo pues habíamos tenido una gran sesión hawaiana en el agua.

¿Había algún grupo antes que vosotros o fuisteis los primeros en Salinas y San Juan?

Si, claro que ya había gente surfeando.

En Salinas estaban los Cueto: Félix (que dicen que fue el que trajo el surf a España, pues era marinero y había visto el Surf en Australia, trayéndose una tabla de allí), Javier, Gonzalo y el pequeño de la familia, Luis; con ellos solían estar Ángel (de la Peugeot, que todavía sigue entrando a coger olas) y Radamés Hurlé (que ya era un autentico profesional del surf). También estaban Carlos “Escayolas”, toda una institución del surf local, y Julio Morán (antiguo propietario de Espartal Surf) con su melena larga y rubia. Había otra persona muy especial Juan Carlos ….., local de San Pedro de Luiña, era todo un personaje autodidacta, durante muchos años estuvo surfeando en solitario por esa zona.

Luego estaban los de Gijón, que se pasaban los veranos en San Juan. Entre ellos recuerdo a Román (que surfeaba la ostia), Janel, Fredi, Tino, Los “Hermanos Mala Sombra”, Montenegro, El Chanca, Chanquito, etc… Y por supuesto Amador (padre de Nathael), otra institución del Surf asturiano. Recuerdo que se juntaban en la playa a última hora de la tarde y hacían allí sus hogueras sentándose todos alrededor de ellas para charlar y tocar la guitarra. Había un ambiente muy bonito y californiano. Nosotros aparecíamos caminando por la playa desde Salinas con nuestras dos tablas. La BILBO la llevábamos entre dos y los trajes los poníamos a secar sobre ella. Esas historias tan bonitas desaparecieron pronto y las costumbres fueron cambiando con los años. Un bonito recuerdo de aquel primer año como surfistas.

También había un foco de Surf en Tapia. Robert y Peter Gulley, dos australianos que a finales de los sesenta se liaron la manta a la cabeza y se embarcaron a recorrer la vieja Europa en busca de olas, encontraron en este pueblo asturiano su segunda casa y fueron el germen de una afición que es emblema de este lugar. Era un poco extraño, pues en aquellos años hablar de Tapia era como ahora hablar del surf en Canarias. Conocíamos a los surfistas más populares de esa zona (Toño y Pepe de café Moderno, Diego,…) pero era como hablar de otra zona de surf muy distante a la nuestra.

No quiero dejar de mencionar a dos personas muy entrañables para mí: Babi y Luis Javier. Es cierto que comenzaron un poco más tarde que nosotros, pero los considero como los primeros surferos locales de San Juan.

¿Cómo fueron los comienzos? como conseguíais tablas, trajes y demás?

Los dos primeros años y sobre todo hasta que pudimos disponer del primer coche para movernos, todo era buscarse la vida con la gente que conocíamos y veíamos en la playa. Las primeras tablas las comprábamos sobre todo a los surfistas gijonudos que conocíamos de la playa. En aquellos años había un grupo de ellos que solían viajar y que tenían sus contactos para conseguir material novedoso. No habían tiendas de Surf en Asturias y nuestras referencias, las cuales al principio nos quedaban un poco lejanas, pasaban por “los hippies de la Playa” de Santander. Estos eran los que fabricaban en su momento las tablas Santa Marina que luego se llamaron Tablas Jerónimo; y una o dos tiendas de surf que habían en Zarautz. Unas de ellas pertenecía a Iñigo Letamendía y de ahí surgieron las tablas PUKAS.

Los trajes de goma, como ya comente antes, podían ser desde las chaquetillas de los trajes de neopreno de buceo, con sus capuchas, hasta unos trajes que parecían papel de fumar de la marca BIC y que hacían más efecto placebo que otra cosa pues no creo que pasaran de 1 mm de grosor. Eso sí, eran enteros, que en nuestro primer año era todo un lujo. Pronto empezamos a conseguir, como con las tablas, trajes de marcas más conocidas y que de verdad servían para protegernos del frío. No quiero dejar de recordar los famosos, en su momento, trajes de surf de Carlos Beraza. Estos trajes de goma estaban fabricados en Santander y te los vendían como de alta calidad por el neopreno que usaban. Eran especiales para el invierno (3-4-5 mm). La realidad es que cuando te ponías uno de esos trajes parecías un MADELMAN. Los brazos se te subían hacia arriba por arte de magia, aunque ciertamente si protegían del frío.



Fran Sanchez en Salinas (1977)

La parafina que solíamos utilizar eran los famosos cirios de iglesia con su funda de plástico rojo, o algún intento de parafinas de colores y hasta con olores que a veces intentábamos hacer.

Algo que puede resultar curioso era el tema de los inventos. Los habían de goma de pulpo, pero que tenían un inconveniente muy grande: cuando estiraban, estiraban tanto, que luego la tabla volvía hacia nosotros a toda velocidad, con lo que sacar la cabeza del agua después de una caída tenía su peligro. Más de una vez te pegaba un golpe que te hacia sangrar. Otra opción eran los inventos de goma negra que llevaban una cuerda por dentro. Con eso se conseguía un tope al estirar la goma evitando que las tablas te volvieran peligrosamente. No eran fáciles de conseguir de marca, por lo que nos teníamos que buscar la vida haciéndolos nosotros con goma quirúrgica de un determinado gruesor para poder meter cuerda por dentro. Si hacíamos el invento con una goma de 2 metros, metíamos 2 metros y medio de cuerda y con eso dábamos medio metro de margen de estiramiento al invento. La pega que tenían estos inventos eran los tirones que nos daban en los tobillos cuando te cogía una ola de mucha fuerza. La aparición del poliuretano fue toda una revolución en el tema de los inventos.

Y cuantas veces rajábamos las tablas por las colas ya que al principio no sabíamos de la existencia de los “guarda cantos”. Imaginaros con esos inventos de goma de pulpo o de cuerda dentro de la goma.





Juan Gil 1977

Otra cosa curiosa era la forma que teníamos de unir el invento a las tablas. No existían los tapones y teníamos diferentes opciones para solucionar el problema: desde hacer un agujero en la quilla. Pensar que en aquella época empezaban los primeros cajetines para las quillas y los timones solían ser fijos en las tablas; hasta fabricarte tu lo que llamábamos”puentes”, que eran trozos de fibra que con resina pegábamos en las colas de las tablas. Lo de “puentes” era por las formas que tenían. Lo mejor que te podía pasar era que la tabla te viniera ya con algún sistema para ponerle la cuerda del invento.



Todo esto cambió a finales de los setenta. Hubo toda una revolución en el mundo del surf. Y eso también se noto entre nosotros. Aparecieron las primeras tiendas de surf y se mejoro mucho en los materiales de los diferentes complementos que utilizábamos. Ya teníamos coches y nos desplazábamos con más facilidad y frecuencia a comprar material fuera de nuestra región. Durante los años que trabajamos de socorristas en la playa de San Juan, siempre hacíamos un viaje a Francia para comprar material (tablas, trajes, ropa, …). Fueron años de mucho movimiento y donde constantemente estábamos cambiando de tabla y muy a menudo de trajes de surf.

También le disteis al skate durante un tiempo, como fue aquello?

Durante los primeros años el Skate fue muy importante para nosotros. Siempre llebabamos algún skate con nosotros y pasabamos el tiempo haciendo chorradas con ellos.

Por aquellos años lo habitual en los centros de enseñanza (institutos, colegios) de la comarca era que fueran unisex, es decir, que la mayoría de estos centros eran de chicos o de chicas. En una zona de Avilés estaban Las Doroteas, el Santo Angel y el Instituto Femenino, y en la otra zona de Avilés se encontraba el San Fernando, el Politécnico y el Instituto Masculino. A la salida de clase nos juntabamos los chicos y las chicas por la zona del Parque de las Meanas. Era el sitio de reunión donde nos reuniamos para alternar y ligar. Era simpático ver como bajaban las chicas por un lado y los chicos por el otro.

Nosotros, por supuesto, ahí estabamos. Empezamos a quedar en “la cuesta de Discoteca”. Ibamos con nuestros skates y pasabamos horas bajando por aquella cuesta y haciendo todo tipo de maniobras como entrenamiento para el Surf. Con el tiempo eramos todo un referente entre la juventud. Se nos conocia por que eramos los que siempre estabamos en la calle patinando y hasta ya se nos relacionaba con la playa y con el surf.



Roberto en la rampa (25-1-1979)

Todo esto llevo a que nos ofrecieran la opción de representar a una marca de skates (CS) que se intentaba promocionar por la zona. La empresa JOLUVI (de material deportivo y que durante muchos años vistió al Real Oviedo de futbol) estaba, en ese momento, en proceso de expansión y abierta a todo tipo de actividades para la promoción de la firma.



Todo esto para nosotros fue un revulsivo y durante un tiempo estabamos todo el día pensando y haciendonos pajas mentales sobre este tema. Montamos una rampa de madera en el San Fernando y llegamos a hacer una exhibición en el Palacio de los Deportes de Oviedo con el Equipo Oficial de la marca de skates. De nosotros había una persona que destacaba sobre todos, Juan Gil. Era algo innato lo de Juan. Tenía una facilidad para todo lo que fuera deportes de deslizamiento sobre tablas (Surf, Skate, Ski, …). Recuerdo que durante aquella exhibición dio un repaso a la mayoría de los skaters del equipo oficial. Pero lo nuestro era el surf y cuando llegaba el verano que nadie nos quitara de ir a la playa y de coger olas.

Exhibición en el Pabellon de deportes de Oviedo. (9-1-1979)
¿Cómo fueron los primeros surfaris? Supongo que habría muy poca gente o nadie en cualquier sitio que fuerais.

Hace un año y medio contaba en el Blog de Chuquito la experiencia tan intensa que vivimos Arturo Márquez y yo en nuestra primera aventura surfera. Nos fuímos a Santander en busca de “los hippies de la playa” con la intención de comprar nuestra primera tabla de primera mano.

Para nosotros hubo un momento de inflexión en nuestra manera de vivir el Surf. Fue cuando Arturo Márquez consiguió sacar el carnet de conducir. Arturo era como un padre para nosotros y era el centro de nuestras movidas surferas. El tío fue nuestro maestro y nos enseñó a conducir a todos. Todavía recuerdo las entradas que hacíamos en la curva de La Plata derrapando con su Ford Fiesta Blanco.

Se nos abrió el mundo y empezamos a movernos por toda la costa norteña. Empezamos a ir a Rodiles, Gijón, San Pedro, La Concha de Artedo y empezamos a realizar los primeros surfaris fuera de nuestra región. Es curioso como recuerdo aquellos viajes y como era el ambiente surfero de esos años.

Generalmente nos desplazábamos más hacia el oriente: Rodiles, Somo, San Sebastián, y sobre todo, como ya comenté, nos íbamos a Francia a la zona de Biarritz. Los viajes que hacíamos al occidente eran más de aventura. Por aquellos años ir a Galicia era hacer surfaris a sitios salvajes, sin gente, parajes maravillosos y con muy buenas olas. Casi no había surferos por esas costas y las carreteras eran de armas tomar. En cambio cuando ibas para el oriente era como entrar en la civilización. Tanto en Cantabria, como en el País Vasco ya había un ambiente surfero de la ostia.



Después del Ford Fiesta de Arturín, un amigo nuestro,“Bus”, compro una furgoneta de cuarta mano, “La Siata”. Nuestra primare furgoneta surfera. Menudas salidas hicimos con ella. Me acuerdo que no pasábamos desapercibidos por Avilés cuando nos desplazábamos con la furgoneta toda pintada y con nuestras pintas de surferos, sobre todo cuando entrabamos en Los Ingenieros a buscar a una novia que tenía y que encima era de familia del Opus Dei. Más de una vez nos dejo tirados en alguna de nuestras salidas, pero Bus y Arturín eran unos fenómenos y siempre se arreglaban para sacarnos del apuro.

Juan Gil y Fran Sanchez saliendo del Mortimer en 1982
Luego vinieron “El Mortimer” de Fran y mi “Bala Blanca”, dos 133 que nos dieron muchísima vida y la posibilidad de poder desplazarnos por todas las partes. Yo con mi 133 me metía por todos los sitios donde intuía que se podía llegar a una buena ola. Una vez recuerdo que me quede enterrado en el antiguo camino de tierra que bajaba al “Regueru” y tuvieron que venir, después de un par de horas, los vecinos de las casas de enfrente a ayudarme a sacar el coche de ese lugar.


La Bala Blanca (1980)
También recuerdo uno de los viajes que hicimos a Francia con el radiador perdiendo agua y que cada dos horas teníamos que llenarlo con una botella de agua. Íbamos en el 133 cuatro personas y todos cargados con nuestras bolsas y trajes. Y, por supuestos con nuestras cuatro tablas en la baca, bien sujetas con pulpos de goma.

Si lo piensas, es curioso recordar esos años y como nos buscábamos la vida para conseguir un medio de transporte y compararlo con la actualidad que, cuando te acercas al parking de la playa, esta todo lleno de furgonetas impecables y de última generación. Cuantas veces Fran se fue con su tabla en ALSA a Gijón y para allí buscarse la vida para encontrar algún surfero que lo llevase hasta Rodiles.

Por aquellos años se constituyó a nivel nacional una Sección de Surf que pertenecía a la Federación Española de Piragüismo. Se comenzaron a realizar campeonatos de Asturias y si te conseguías clasificar entre los tres primeros de esas competiciones te ganabas el acceso gratuito al Campeonato de España. Por supuesto, si no lo conseguías y querías participar en dichos campeonatos nacionales, lo podías hacer generalmente sin problemas. Nosotros, que ya nos sentíamos los mejores surferos de la zona, no perdíamos competición y con esta historia también nos fuimos a Cantabria y a Canarias donde participamos en los Campeonatos de España.


Juan Gil Cto de Asturias 1982 - San Juan (segundo)
Y como el surfari de mi vida (tampoco he viajado mucho) me quedo con mi viaje a Portugal en el 82. Estuve en Peniche y desde allí me desplace a Coxos, Ericeira y hasta hicimos un pequeño viaje a la costa de Lisboa (Cascais, Caparika,…). Todo ello en mi 133 y con mis dos tablas, una Roger Cooper que tenía de canales y un Paipo (McDaniels) de olas grandes que utilizaba como tabla pequeña. Después de 25 días por esas costas me volví para Asturias, en mi 133, con un australiano, un surafricano y todos nuestros bártulos. Recuerdo que nos turnábamos al volante el australiano, que era la primera vez que conducía por la derecha, y yo. Él no hablaba una gota de español y yo ni papa de inglés. Pero fue un viaje que siempre recordaré.



¿Dónde han sido tus mejores sesiones, recuerdas alguna en especial?

Sin duda, de los mejores recuerdos que tengo, son de las sesiones que teníamos muchos días en la época que San Juan estaba en su mejor momento. De aquellas sesiones de última hora con las impresionantes puestas de sol.



De las izquierdas de marea alta, que con el viento se ponían de la ostia, largas y donde podías estar constantemente haciendo sacadas con la tabla. Y esas derechas de marea baja con esa pared que en su primera sección hacia una “U” rompiendo muy, pero que muy hueca. Llegábamos todos los días por la noche a casa con la cara caliente del sol y rotos de las olas que nos habíamos pillado. Con ese cansancio sano de haber estado disfrutando de la mar y de las olas que habíamos cogido. Vaya tiempos más bonitos.

Roberto en la derecha de San Juan 1981.

También tengo un especial recuerdo de una sesión que tuvimos Fran y yo en Rodiles con más de tres metros. Estaba tan grande, que la ola rompía muchas veces atrás, casi a la altura de Tazones, y luego se volvía a formar en la barra de siempre cogiendo una fuerza que desde el agua te dejaba sobrecogido. Tan impresionado estaba ese día que yo me quedé en el brazo de la ola y me dedique más a ver que a surfear. Éramos cuatro en el agua: Zalo Campa (el de Xpeedin surfboards), un shaper surafricano que trabajaba para él en esos momentos, Fran y yo. Siempre que me acuerdo de ese día, tengo que quitarme el sombrero ante Fran, por las bajadas que se hizo con su Borning in Hawaii derrapándole la cola y por los tubazos que se cogió el muy cabronazo. Impresionante!!!. Recuerdo que a Zalo Campa le rompió una ola encima y del ostiazo que le dio, se le reventó el chaleco que llevaba pasándolo tan mal que salió del agua casi llorando. Nunca más volví a ver Rodiles como aquel dia.

Fran Sanchez en Rodiles

Nunca me sentí muy a gusto con la ola de Rodiles. Será porque voy de espaldas a la ola y cuando se ponía fuerte era demasiada ola para mi nivel. Pero si tuve mi gran día de Rodiles. Uno de esos días que te quedan en el recuerdo para siempre. Era la época de la Roger Cooper. Empecé a coger muchas olas y cada vez me encontraba más fino con mi surfing. Según iba subiendo la marea se fue poniendo más grande. No paré de coger olas y además dominando en todo momento la situación. Creo que fue de mis mejores días surfeando y de las veces que mejor me vi de espaldas en una ola.

Roberto principios de los 90

Otro sitio donde he tenido días muy buenos de olas es la zona central de la playa de Salinas. Me encantan las olas de esa zona, sobre todo cuando son olas que cogen fondo y rompen con fuerza. He tenido, en todos estos años, muchas sesiones realmente buenas.

Lo que si tengo que reconocer es que de unos años para acá, echo de menos tener una de esas sesiones para recodar y salir del agua fartuco de coger buenas olas. Igual es por la poca continuidad que tengo últimamente o por mi condición física, que no es la mejor, pero echo de menos una sesión de esas.

5 comentarios:

Riky dijo...

Muy grande Jose!
me alegro de que cuelgues públicamente, para la gente del medi este artículo dedicado a un gran amigo y excelente persona, más que nada porque él es historia del surf en España, aunque no lo quiera reconocer...

Desde aquí mando un saludo al güaje, y a ver si nos volvemos a ver pronto en el agua.


Riky

Jose Prieto dijo...

Ey Riky!
Si tío! Hace poco estuve hablando con él por teléfono y vamos, que te voy a decir que no sepas, que es un crack!
Bueno, Riky, espero que estés bien y espero que nos veamos pronto.. un abrazo

Riky dijo...

Pues nada Jose, aquí estamos por Castellón esperando a que entre lo que no entra... ya sabes, que te voy a decir que no sepas, de como funciona esto...

Por una parte un poco agobiado porque esta semana ya empiezo con los exámenes finales, pero por la otra muy ilusionado porque en julio me voy a Portugal, estaré por allí un añito en Aveiro, intentando acabar la carrera allí, aunque como haya mucho tema, no se si aprobaré muchas asignaturas, ya que pienso vivir en primera linea del mar...

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Gracias Jossegor, gracias Riky... Me ha prestado un montón encontrar esta entrada y ver que puedo presumir de benos amigos en Valencia.. Espero que os haya prestado las historias que comento... Un saludo y espero que nos volvamos a ver muy pronto... Roberto Hevia

Jose Prieto dijo...

hooombre..!! solo faltaba el protagonista.. bueno pues lo dicho que eres un monstruo y que haber si éste año nos podemos ver por aquellas tierras que me parecen un paraíso.
un abrazo